martes, 18 de septiembre de 2012

¿Qué es el Reggae?


El siguiente texto corresponde a un fragmento del libro " LA FILOSOFÌA DE LA DESTRUCCIÒN " del pensador uruguayo Marcel Tajch, nacido el 5 de enero de 1966 en Montevideo. Se pretende que sus aportes contribuyan constructivamente en nuestras reflexiones sobre la posibilidad de distintos modelos culturales. 

Emancipate yourselves from mental slavery 
None but ourselves can free our minds 
Have no fear for atomic energyuient
Cause none of them can stop the time
How long shall they kill our prophets
While we stand aside and look
Some say it's just a part of it
We've got to fulfill the book
Won't you help to sing, these songs of freedom
Cause all I ever had, redemption songs, 
redemption songs, redemption songs

“Redemption songs”
Bob Marley

Emanciparte de tu esclavitud mental
Nadie excepto nosotros mismos podemos liberar nuestras mentes
No tengas miedo de la energía atómica
Porque ninguno de ellos puede detener el tiempo
Cuanto tiempo más matarán a nuestros profetas
Mientras nos quedamos mirando a otro lado
Alguien dijo esto es sólo una parte,
debemos también nosotros escribir en el libro

Por que no ayudas a cantar, estas canciones de libertad
Porque es todo lo que tengo, canciones redentoras,
canciones redentoras, canciones redentoras

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¿Qué es el Reggae?





“La primera y más superficial respuesta que puedo dar, es considerar al Reggae como un tipo de música perteneciente a una determinada área del Caribe. De esta forma, lo único que lograría sería ubicarlo en el Arte y en el espacio.

El Reggae es mucho más: es una cultura, es decir, un conjunto sistemático formado por Ciencia, Arte y Pensamiento. Como se puede apreciar, me faltó el cuarto término, que es la Tecnología. ¿Por qué no la incluyo?

Porque el Reggae cree en la transformación del Hombre, no en la destrucción del medio.

Comenzaré por estudiar cual es la Ciencia que trata. Es la ciencia del Hombre, para el hombre y por el hombre. Fuera de discusión está el hecho de que se trata de una “paraciencia”, es decir, su
campo de acción está fuera del de la Ciencia actual.

Dicha ciencia contesta a la pregunta ¿qué es el hombre? Y lo hace de la siguiente manera: el hombre no es ni bueno ni malo, sino que nace con determinado potencial que le permitirá llegar a ser un “ser humano”, es decir, un ser que puede llegar a amar a otro sin poner condición alguna, sin ese peligroso juego del toma y del doy. Un ser que no espera recibir para dar.

Amar no significa la posesión de otro ser: el amar no necesita un objeto al cual aplicarse y necesariamente dominar.

El amor es la unión entre dos seres pero no termina con las diferencias que existen entre ellos, ya que el ser es singularidad dentro de la unidad, y, lo que es más importante, la singularidad no 

puede desarrollarse en un medio en el que el amor se encuentre ausente.
Ese es el hombre, el ser que no solamente nace para constituirse en un componente del sistema de producción, sino que es el ser que nace para amar y ser amado.

El Pensamiento debe ser considerado como el otro elemento de la cultura. En él se halla la finalidad del Reggae, que no es otra tarea que la liberación del hombre de las cadenas que todavía lo oprimen.

A nivel individual, es la búsqueda de tierra firme, dejando atrás todos los temores que hacen al individuo inseguro de sí mismo.

A nivel de la sociedad, es la búsqueda de una sociedad basada en la cooperación y que no encuentra sentido alguno en esa competencia que abate tantas cabezas.

A nivel internacional, es la búsqueda de la paz. Ello significa que la guerra ha de ser vista como un momento de la Historia que debe ser superado. El gran objetivo de la pacificación a nivel planetario es la formación de una comunidad en la cual el hombre sea un fin en sí mismo.

A nivel universal constituye una nueva cosmovisión, en la cual el hombre no es el tirano de la Tierra. No ha de sentirse como el Rey de todas las criaturas que por poseer dicho título hace tabla rasa con la ley. El Hombre es una criatura que debe integrarse y ponerse bajo la ley, que no es otra que la Ley de la Naturaleza. Dicha Ley permite tomar sólo LO NECESARIO Y NO AGREDIRLA NI DESTRUIRLA.

Del Arte del Reggae, puedo decir que es su columna vertebral: de ella sale ese fluido que es la esencia del hombre, es decir, su expresividad, su poder de autoidentificarse y encontrarse a sí mismo dentro de ese intercambio que supone la comunicación.

Su arte acuña un nuevo concepto de lo que son las relaciones interindividuales: de tal modo impide que el individuo sea una isla perdida en el Océano. Su mensaje nos propone la reconstrucción de dichas relaciones: dejemos de ver a nuestro vecino como un extraño del que debemos desconfiar. En realidad de lo que debemos temer es del sistema que tanto nos oprime y nos pone barreras con las cuales bloquea nuestra expresividad, impidiendo encontrarnos a nosotros mismos. Vean que no hablo en singular: el “Conócete a tí mismo” de Sócrates pasa a ser tarea de toda la comunidad.

Debemos ver a nuestro “vecino” como “otro ser”, pero como “otro ser” con las mismas necesidades que mi “Yo”. Es decir, la ecuación propone que “el yo” sea igual al “el otro”, y que ambos, en mutua cooperación satisfagan sus necesidades.

¿Cuáles son dichas necesidades?

Comer, dormir, vestirse, procrear, comunicarse y expresar la plenitud de su Ser.

Expresión y libertad hacen una pareja inseparable. Libertad significa compromiso no impuesto por una coacción externa; por el contrario es un compromiso que nace del seno de la comunidad.

Expresión es el continuo desarrollo del individuo dentro de una comunidad solidaria.

Expresión es espontaneidad, entrega sin condiciones, entrar sin esperar el turno.

No hay expresión sin Libertad, no hay libertad sin Expresión.

Esa es la búsqueda del Reggae: el intento de hacer el reino de los cielos en la Tierra. Es la lucha por el incremento de la Libertad y de la Expresividad.

Así vemos que los tres componentes de la cultura Reggae, o sea, la Ciencia, el Arte y el Pensamiento, forman un todo orgánico, es decir que cada tejido no puede vivir por sí solo, sino que depende del otro.
La célula y el órgano constituyen un todo: son la continua búsqueda de libertad.”[1]




[1] Tajch, Marcel, La Filosofía de destrucción, impreso en: Índice S. R. L., Montevideo,  (Págs. 29 a 33)